Miércoles, 23 de Octubre de 2024
Cultura Región

VECINO DEL SECTOR DE CAICHOCA

Alejo Cuiza Gomez, de San Lucas, en la Guerra de la Independencia

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Alejo Cuiza Gomez, de San Lucas, en la Guerra de la Independencia
Ing. Hugo Canedo Gutiérrez

Este patriota tuvo por padres a don Pedro Cuiza y doña Juana Gómez, vecino del sector de Caichoca, río de San Lucas, propietario de la hacienda de Torre Molino, próxima a la finca de don Gregorio Méndez. Casado con doña Manuela Salazar, tuvo dos hijos Isidro y Miguel y en segundas nupcias (1822) con doña María Moreno a don José María Cuiza.

Don Alejo gracias a su espíritu de trabajo y solvencia moral, fue nombrado en el año de 1795 por la “Junta Municipal de Propios y Arbitrios de la Villa de Potosí como mayordomo de las rentas del rey”. En dichas funciones demostró eficiencia, constancia y sobre todo honradez; lamentablemente, por razones discriminatorias que imperaban en aquella época, es suspendido sorpresivamente y sometido a juicio, responsabilizándole de dos mil pesos. Grande y penosa fue la demanda interpuesta por su persona, llegando en apelación a las instancias de la Real Audiencia; finalmente el año de 1804, emiten la Real Providencia a favor de don Alejo, quedando demostrada su inocencia.

Corría el año de 1809 y en Chuquisaca se escucharon los tañidos de las campanas que anunciaban el inicio de un proceso libertario. Don Alejo no estuvo ajeno a los acontecimientos que se iban sucediendo; en Potosí desde un principio es parte integrante de los patriotas y, su familia igualmente se hace eco de tan nobles sentimientos de libertad.

La familia Cuiza- Salazar, tuvo su primera prueba de fuego, al ser apresadas doña Manuela y su hijo Isidro conjuntamente la sobrina Andrea Arias y Cuiza, implicadas en la fuga de los patriotas hermanos Nogales. Instaurada la causa criminal “contra los hermanos Pacheco y otros”, tuvo su desenlace con la sentencia de pena de muerte; mientras que para los comprometidos mandaron se libre “la correspondiente Real Provisión, con los insertos necesarios al Gobernador Intendente de la misma Villa, quien hará cancelar las fianzas otorgadas por los indicados Isidro Cuiza, Manuela Salazar […] y Andrea Arias y Cuiza”. (ABNB. EM-107. 1812)

Don Alejo después de la liberación de su familia, volvió a la clandestinidad incorporándose a las fuerzas organizadas por el sector de San Lucas, contribuyendo militantemente en las acciones guerrilleras, además “era el nexo de la guerrilla con el correo clandestino que operaba en Potosí a cargo de Andrea Arias y Cuiza y su prima Francisca Barrera y Cuiza; ambas eran sobrinas suyas y mediante ellas, mantenían informados a los cabecillas del movimiento guerrillero de las Intendencias de Chuquisaca y Potosí”. (Hugo Canedo. Heroínas Potosinas las Arias y Cuiza. Pág. 74)

De pruebas documentales de su participación, se señalan en las memorias del General Pezuela, comandante en jefe del ejército español en Charcas. En ellas se consignan los combates en los que participo don Alejo junto a sus compañeros de lucha.

El año de 1816 fue de reñidos combates en el sector de Cinti, así señalaba, del coronel Centeno que “este había dado pruebas de su celo y actividad, batiendo en Tirahoyo, Tacaquira y Sacaca, un número considerable de enemigos armados con fusil, honda y palo, mandados por los caudillos Méndez, Gómez, Cuiza, Manuel Palacios y José Villarrubia; y al favor de estas ventajas había logrado posesionarse de Cinti en el día 12 de marzo de 1816, sin más pérdida que la de 4 muertos y 8 heridos. Habiéndose reunido a los citados caudillos de igual clase, Marianao Delgado y el principal de ellos, Camargo”. (Gral. Torrente. 1830. Pág. 215-218).

Para don Alejo el año de 1816, fue de mucha tristeza y pesar por la enorme pérdida de sus sobrinas Andrea Arias y Cuiza y Francisca Barrera y Cuiza, quienes, al ser descubiertas en sus trajines de correo clandestino, sufrieron las peores humillaciones para luego a ser ejecutadas; el 15 de abril, fallece su anciana madre doña Juana Gómez Vda de Pedro Cuiza, a ella le tocó vivir el dolor de experimentar la pérdida de sus parientes cercanos, amigos y amistades que morían por la causa sublime de la libertad y sobre todo ver a su hijo y nietos combatiendo junto a los bravos patriotas de Cinti.

Nuevamente de las memorias del general Pezuela, conocemos que, en el mes de febrero de 1818 “Con fecha del 26 de dicho mes, me avisa el expresado Medinaceli desde Chanchacclli que el 19 batió en las inmediaciones de Acchilla a los caudillos Martínez y Cuiza cogiéndoles un capitán de indios, siete prisioneros, dos hijos del caudillo Cuiza, veinte y tantos animales entre mulas y caballos, y toda la correspondencia de los expresados caudillos”. (ABNB. PZ. 19-feb-1818.). Isidro y Miguel, hijos de don Alejo, sobrevivieron a la guerra de la independencia; Isidro fue nombrado Juez de Paz en el distrito de Challapata y Miguel asignado al cargo de Guardia de la filiatoria de la Casa de Moneda en Potosí.

A fines de 1818, el ejército español, opto por conceder admistía a todos aquellos que se habían levantado en armas. Don Alejo, fue uno de los que se adscribieron al llamamiento y fue el coronel Medinaceli quien “a nombre del rey Nuestro Señor, y de el dicho Señor General para que gozando de la singular gracia del Indulto que se le concede pueda este individuo vivir seguro en la parte o lugar que quisiere […]”. ABNB. CAR-132 (1785-1900). Cinti 10 de noviembre de 1818).

En 1825, ante los acontecimientos de las batallas de Junín, Pichincha y Ayacucho, en Charcas, repercutieron tan gloriosos hechos históricos y, muchos ex combatientes, retomaron las armas para enfrentar al general Pedro Antonio Olañeta. Don Alejo hostigó en la retirada del general por el sector de Vitichi, lamentablemente fue hecho prisionero y por orden del referido comandante, el coronel Carlos Medinaceli aproximadamente el 26 de marzo de 1825, mando a fusilar en dicha población.

El año de 1837, sus hijos en procura de conseguir el testamento que hubo dejado su padre, buscaron a través de las instancias judiciales y, fue que, se indago en la notaria de Camargo y posteriormente en la de Cotagaita, en la referida localidad el Notario elevo su informe “[..] el testamento del finado ciudadano Alejo Cuiza, más no lo ha encontrado. Este desgraciado individuo fue fusilado en el pueblo de Vitichi de esta jurisdicción en ocasión que el Señor General Carlos Medinaceli ya gobernaba esta provincia, […] Indudablemente si lo otorgo, debió haber quedado en poder del oficial ejecutor de la muerte de Cuiza, y como a los cuatro o cinco días sucedió la revolución contra el General Olañeta, y a otros tantos la muerte de este que le sentencio, no tendría o no tuvo tiempo para entregarlo. Lo pongo en conocimiento del Gobierno para lo que haya lugar. Cotagaita julio 1ro. De 1837”. (A.H.P. CSDJ. 995).

La descendencia de don Alejo, se desarrolló en la pequeña hacienda de Torre Molino a orillas del río de San Lucas; fueron varias las generaciones; hoy se encuentra esparcidas al interior de nuestro país.

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Cuatro de sus descendientes en 4ta. generación asistieron a la guerra del chaco, don Esteban Cuiza, Oswaldo Montes Cuiza, Claudio Montes Cuiza y Juan Centellas Cuiza, todos volvieron de la contienda.

En ocasión de la caravana de integración en homenaje a Juana Azurduy Llanos de Padilla, mujeres argentinas recorrieron a caballo por territorio boliviano, por lugares donde se libraron combates en la guerra de la independencia; pernoctaron igualmente en San Lucas de Payacollo y, en la plaza que lleva el nombre del guerrillero Alejo Cuiza Gómez, rindieron homenaje póstumo a tan insigne patriota de Cinti.

Honor y gloria al guerrillero sanluqueño don Alejo Cuiza Gómez.

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