Viernes, 29 de Marzo de 2024
Actualidad Culpina

DE CULPINA A LA CASA DE LA CULTURA DE TARIJA

Denavio, el pintor culpineño que usó de lienzo las piedras del río

1867
Denavio, el pintor culpineño que usó de lienzo las piedras del río
El País de Tarija

La casa de Denavio quedaba alejada del pueblo, no tenía vecinos y todavía no había escuchado hablar de Leonardo Davinci ni de otros ilustres pintores. A él le gustaba retratar a los animales que cuidaba y el paisaje que se imponía al atardecer.

Tenía siete años cuando realizó su primer boceto, allá por el año 1994 en Culpina-Chuquisaca. Denavio era solo un niño, pero ya buscaba agazapado entre las piedras del río y de las quebradas, lajas de colores para dibujar y luego pintar sobre otras piedras. No quería imitar a civilizaciones antiguas, ni nada de eso, recurría a las piedras porque a sus padres no les alcanzaba para comprar colores u otros materiales que se usan para ese arte.

Su casa quedaba alejada del pueblo, no tenía vecinos, todavía no había escuchado hablar de Leonardo Davinci ni de otros ilustres pintores. A él le gustaba retratar a los animales que cuidaba y el paisaje que se imponía al atardecer. Su público eran sus padres y sus hermanos, su exposición la hacía en la quebrada de aquel remoto pueblo.

Su mamá le contó que cuando él estaba en su vientre, ella realizaba tejidos a mano para camas, que llevaban adornos y nombres, algo así como un cubrecama personalizado. Denavio cree que por eso él y sus hermanos intiman con el arte, pues aseguran que su mamá les trasmitió ello mientras estaba en gestación. Además, remarca que su padre es un arquitecto empírico que se forjó en el campo, porque siempre es soñador y genera ideas.

En la década de los 90 su padre decidió bajar a vivir con su familia al poblado de Culpina, lugar donde Denavio se abriría un espacio para concretar sus primeras ventas, pues realizaba carátulas y las ofrecía a sus compañeros a 0,20 centavos cada una de ellas.

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